Hesperidina fue creada en Buenos Aires en 1864 en manos del americano Melville Bagley. Al poco tiempo fue registrada marca número 1 de la argentina gracias a que el mismo Melville impulsó la creación del Registro Nacional de Patentes.
En poco tiempo la Hesperidina era la bebida top de los bares y cafés más importantes de Buenos Aires, incluso las mujeres la podían tomar públicamente, ya que era "aceptada" por sus propiedades medicinales.
Fue utilizada en la guerra del Paraguay para "revitalizar" a los convalecientes. Y gran compañera de aventuras del gran explorador Perito Moreno en sus incursiones por el sur Argentino. Hesperidina también era amiga de célebres artistas y personalidades de distintas épocas. Por ejemplo, Julio Cortázar la menciona en dos de sus cuentos y el Polaco Goyeneche la tomaba cada vez que se acodaba a la barra de un bar. Molina Campos también la incluyó en varios de sus famosos almanaques.
Por esto y muchísimo más la Hesperidina es un ícono argentino. Es una bebida que nos representa como argentinos, y que hoy sigue siendo elegida por su originalidad. Incluso por los barman más top de nuestro país.